Ruego formulado al gobierno por el diputado Bruno Alonso Gonzalez, interesándose por la situación alarmante que atraviesa la provincia de Santander con la pérdida importante de puestos de trabajo.
PALACIO DE LAS CORTES 5 JULIO 1932.
(Discurso íntegro).
«Señor Presidente de la Cámara: Ruego a V.E. tenga la amabilidad de transmitir al Gobierno, y de manera especial al Sr. Ministro de obras públicas y al Jefe del Gobierno, los siguientes ruegos que quiero formular aquí con la mayor brevedad posible:
La situación por que atraviesa actualmente la provincia de Santander es en extremo alarmante y cada día que pasa produce mayor inquietud por el enorme paro obrero que allí se manifiesta.
Ya en otra ocasión hablé en la Cámara de la situación del Valle de Campóo con motivo del proyecto de obras del pantano del Ebro; allí se cerró la “Vidrieras Cantabras”, que reunía 300 obreros, sin que a éstos se les diese la menor indemnización a pesar del gran negocio que se hizo en la Mancomunidad Hidrográfica, cobrando 5 millones y dejando fulminantemente, como he dicho, en la calle a todos sus obreros.
Se cerraron las minas de Arroyo y “Las Rozas”, con mas de 400 obreros, como igualmente otras pequeñas industrias que reunían otros tantos obreros, sin que a Campoó se le prestase por los Gobiernos la menor atención debida; la Mancomunidad se burló de aquellos campesinos y pequeños propietarios tantas veces como pactaron arreglos en beneficio de la construcción de aquel pantano, y ahora mismo se les burla una vez más, no haciendo efectiva la cantidad que prometió y firmó en aquel Gobierno civil para poder realizar la obra de desviación de la línea de aquel ferrocarril de la Robla a favor de dicho pantano.
En “La Constructora Naval de Reinosa” se han suspendido más de 400 obreros, y para hoy mismo están anunciados la suspensión de 200 obreros y otros tantos para breve plazo, y sin que haya podido evitarlo el interés del Sr. Azaña, que en su calidad de Ministro de la Guerra ha hecho pedidos en material de guerra por mas de 3 millones de pesetas.
En El Astillero, pueblo inmediato a Santander, la industria metalúrgica, que tiene más de 500 obreros, quedan hoy reducidos a unos 80 y con tendencia al cierre definitivo por la falta de trabajo. En este mismo pueblo acaba de parar el trabajo “La Arconera”, única mina que trabajaba con alguna regularidad, deja ahora en la calle a 600 mineros.
“Nueva Montaña”, Empresa productora de lingote de hierro que da trabajo a unos 1.200 obreros, también amenaza suspender sus labores para muy pronto, y la “Real Compañía Asturiana”, que tiene a sus obreros en Udías trabajando seis días al mes y que podría mejorar su situación, también agrava aquel malestar, y en el mismo Santander los pocos obreros que trabajan lo hacen a tres días por semana.
Con toda esta tragedia, agravada con la última tormenta que arruinó casi por completo aquella cosecha, no es nada difícil que aquella sufrida masa obrera que pasa hambre se canse de sufrir y se tome por su mano aquello que necesita.
Yo espero del Gobierno, y que sobre todo del señor Azaña y del Sr. Prieto, se interesen por intervenir en el aspecto más grave de este problema facilitando los medios que se puedan arbitrar para atender a aquella provincia, pues siendo una de las mas serenas y leales al Gobierno de la República, es también lo bastante enérgica en su movimiento obrero, en el que no hay capitanes Arañas del tipo Balbontinesco, pero en cambio hay hombres, y yo el más modesto de todos, que sabremos dar siempre el pecho al peligro cuando inexorablemente hay necesidad de enfrentarse con todos los enemigos.
Termino, pues, llamando, como he dicho, la atención del Gobierno por si, como debo creer, se crece en el deber de poner su atención en ello».
Palacio de las Cortes, 5 de Julio de 1932.- Bruno Alonso