Una calle de Santander llevará el nombre de Eulalio Ferrer.

Una «importante» calle de Santander llevará el nombre del publicista y escritor santanderino Eulalio Ferrer, fallecido a principios de este año en México. Además, la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) creará en 2010 la Escuela de Comunicación ’Eulalio Ferrer’, dentro de los cursos de verano de la capital cántabra.

Así lo anunciaron hoy el alcalde de Santander, Iñigo de la Serna, y el rector de la UIMP, Salvador Ordóñez, en el emotivo homenaje al mecenas cántabro celebrado esta tarde en el Paraninfo de la Magdalena, repleto de asistentes, y en el que estuvieron presentes dos de los tres hijos de Eulalio Ferrer, Juan Cristobal y Ana Sara, sus nietos y otros familiares.

En el acto, organizado por la Asociación de Mayores ’Eulalio Ferrer’, intervinieron también el presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; el alcalde de Camargo, Ángel Duque; la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Torrelavega, Carmen Hernández; y el escritor José Ramón Saiz Viadero, de la Fundación ’Bruno Alonso’, en representación de todas las instituciones que han colaborado en el homenaje en este «primer verano» sin la presencia de Eulalio Ferrer en Cantabria.

Todos ellos destacaron la trayectoria vital de Eulalio Ferrer, al que Saiz Viadero definió como la figura cántabra «más representativa» del periodo histórico que le tocó vivir, y la «huella» y el «vacío» que ha dejado en Cantabria, en especial en Santander, a donde volvía todos los años en verano. También todos lo calificaron como un «hombre bueno», generoso, humilde y «amante de la tierruca», a la que benefició con numerosas iniciativas y aportaciones, principalmente en el ámbito de la cultura.

Su hija Ana Sara agradeció «muy emocionada», en nombre de los tres hermanos, las numerosas muestras de cariño hacia su padre que vienen recibiendo desde su muerte, y dijo que «Santander es un lugar que él nos enseñó a amar y nosotros también sentimos ahora un espacio muy difícil de llenar». «También nos enseñó a querer a México, de manera muy diferente a muchos mejicanos, quizá más, y vivimos con el corazón dividido», añadió.

 

«UN AUTÉNTICO CABALLERO»

Revilla inició su intervención señalando que Eulalio Ferrer «podía haber sido un hombre de rencor, sectario, motivos no le faltaron», dijo, como el exilio o su internamiento en un campo de concentración, pero «fue todo lo contrario», un «auténtico caballero, un hombre cordial, humanista, progresista», así como «coherente», «bueno», y «un embajador de España en México», entre otras muchas cualidades.

Tras resaltar el «vacío enorme» que ha dejado entre los que le conocieron y apreciaron, señaló que «la mejor herencia» que cualquiera puede dejar a su muerte «es el recuerdo que uno deja en sus familias». «Se ha ido como nos tenemos que ir todos, pero ójala todos nos pudiéramos ir con el reconocimiento público y el cariño que todos profesamos a Eulalio Ferrer», recalcó.

Por su parte el alcalde de Santander, ciudad de la que el empresario y publicista era Hijo Predilecto, afirmó que este homenaje no es sólo «un acto de justicia», sino la expresión del «deseo» de «toda la sociedad» santanderina, que «conocía el amor» que Eulalio Ferrer profesaba «a la tierruca» y que le llevó a recordar su lugar de origen toda su vida. «Para él, Santander suponía un punto de partida y una meta simbólica», dijo De la Serna, quien recordó las «muchas» iniciativas que llevó a cabo en la ciudad, que este año vive su «primer verano» sin su presencia.

 

«UN REPARTIDOR DE CULTURA»

El alcalde de Camargo y la concejala de Cultura de Torrelavega recordaron la huella que Eulalio Ferrer dejó en ambas localidades, que también visitaba asiduamente, y a las que donó numerosos libros y varias esculturas, entre otras muchas acciones. «Los cántabros le debemos mucho», dijo Duque, mientras Carmen Hernández aseguró que «fue más que nada un repartidor de cultura».

El escritor José Ramón Saiz Viadero incidió en el periplo vital de Ferrer, que fue impulsor y patrono de honor de la Fundación ’Bruno Alonso’, y aseguró que para sus miembros ha sido una «gran lección de humanismo» contar con la «generosidad» y el apoyo de este gran bibliófilo. Una generosidad que, según dijo, «le llevó a actuar como un mecenas», por sus aportaciones a Cantabria, España y América.

Precisamente la Fundación ha pedido al Ayuntamiento de Santander que dé el nombre de Eulalio Ferrer a una calle de la ciudad, petición que Saiz Viadero hizo extensiva en el acto al resto de municipios de Cantabria.

El rector de la UIMP, por su parte, definió a Eulalio Ferrer, que en 1994 recibió la Medalla de Honor de esta universidad, como «testimonio vivo de coherencia», destacando además su «gran vocación bibliófila» y el mecenazgo que ejerció con ésta y otras instituciones.

 

REGALOS

Tras las intervenciones, los representantes de cada una de las instituciones entregaron varios regalos a los hijos de Eulalio Ferrer. Así, el rector de la UIMP les obsequió con unas fotografías de su padre tomadas el verano pasado en la universidad por Pablo Hojas; Revilla con el libro ’Cantabria, leyenda infinita’; el alcalde de Santander con una réplica del ayuntamiento, y el de Camargo con una metopa del Palacio del Marqués de Villapuente.

La concejala de Cultura de Torrelavega les entregó un álbum de fotografías de su padre de sus diferentes visitas a la ciudad; la Fundación ’Bruno Alonso’ una serie de litografías de Santander pintadas por Marnay; y la Asociación de Mayores ’Eulalio Ferrer’ un pergamino con una poesía, ’Al amigo ido’, que recitó al inicio del acto el presidente de honor de este colectivo, Emiliano García, acompañado al rabel por el presidente Paco Cossío.

El homenaje se cerró con canciones mexicanas interpretadas por el dúo ’Alfiles’, danzas de Cantabria y el coro de la Asociación ’Eulalio Ferrer’, que concluyó con el ’Himno a Cantabria’

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